Lo que sea de cada quien, en algo tienen razón los que marcharon ayer domingo: el voto no se toca.
Bueno, al menos no se debería tocar. Pero, seamos sinceros: ¿quién en México le mete la mano a los votos? ¿Quién hace y deshace reglas absurdas que limitan los Derechos de las personas sin tener facultades para ello? ¿Quién se toma atribuciones y emite decisiones inatacables que en más de una ocasión han cometido injusticias en contra de la voluntad ciudadana? ¿Quién limita la libertad de expresión que debería ser la piedra fundamental de las campañas políticas?
Siempre lo he dicho: al régimen del PRIAN lo podemos acusar de corrupto, pero no de tonto.
Décadas de poner en práctica el robo electoral les han permitido perfeccionarlo hasta hacerlo de cuello blanco. Parece que los porros que robaban urnas en la jornada electoral son cosa del pasado –aunque todavía quedan-. Lo de hoy es tener funcionarios electorales, que se dan baños de pureza diciéndose independientes, haciendo el trabajo sucio.
Hemos llegado al grado de que las candidatas y los candidatos enfrentan la perversa situación de que, una vez ganado en las urnas, con el voto del pueblo a su favor, viven “con el Jesús en la boca” porque están a merced de que les anulen su elección por algún oscuro tecnicismo que, muchas veces, ni siquiera está expresamente escrito en la ley. Eso, si no es que les tumbaron la candidatura pocos días antes de la elección. Cuando eso pasa, se aplica la clásica frase del manual del autoritarismo: “Háganle como quieran: no es no”.
¿La marcha fue para defender al voto? No. En absoluto, no. Están defendiendo a una jerarquía de funcionarios que están lejos de representar a los intereses del pueblo y que están a una rayita de descararse como francamente enfrentados contra la transformación del país. Están defendiendo al viejo régimen con el que muchas y muchos hacían negocios.
Creo, eso sí, que había mucha gente de buena fe en la marcha. Gente honesta pero mal informada, que no ha leído el contenido de la Reforma Electoral, que les endulzaron el oído y que se ha ido con la finta de las campañas negras de desprestigio y de manipulación de la opinión pública -con todo un aparato de medios a su favor- a cargo del PRIAN que, la neta, también para eso son buenos.
A esas personas honestas y de buena fe, les puedo dar una clave para salir de dudas: si vas marchando en la calle y Alito Moreno va caminando junto a ti, entonces estás en la marcha equivocada para el bien del país.
Yo no marché el fin de semana, pero sí sudé la gota gorda. Con el gobernador Cuitláhuac García al frente, fui parte de un tequio que le echó montón a mejorar el Telebachillerato de Tebanca, en el municipio de Catemaco, en mi tierra, Los Tuxtlas.
Ahí, en Catemaco, también tuve el gusto de saludar a nuestra secretaria de Energía, Rocío Nahle García, con quien el Gobernador promueve inversiones para Veracruz. Además, participé en el Consejo Estatal de Morena, en el que se puso énfasis en nuestra unidad como movimiento.
Mis Águilas del América no ganaron, pero empataron, así que puedo decir que tuve un gran fin de semana.
Pd. Es Chío. Que conste que se los estoy diciendo con tiempo.
Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.